Grifería de acero inoxidable

Conseguirás tener la grifería de acero inoxidable en perfecto estado y brillante de la siguiente manera: para lavarla utiliza preferentemente detergente líquido y agua caliente. Conseguirás eliminar las manchas frotándolas con amoniaco o alcohol de quemar. Y, sobre todo, recuerda secarla bien después de limpiarla y, si te es posible, deja una pequeña toallita o paño junto al grifo para secarlo cada vez que se moje: se conservará mucho mejor y siempre estará impecable.

Hules

Si quieres que tu hule brille más y conserve los colores originales que tenía cuando lo compraste, pese al desgaste que sufre diariamente sobre la mesa, sólo tienes que frotarlo con una esponja empapada en leche. Y, por supuesto, no se te ocurra doblarlo cada vez que quieras guardarlo; es mucho mejor que lo enrolles en un palo.

Candelabro de hierro forjado

¿Tienes un candelabro o candelero de hierro forjado que se ha manchado con la cera de las velas que sostenía? Podrás recuperarlo fácilmente si introduces el candelabro en el congelador durante unas horas para que la cera se hiele y puedas hacerla saltar seguidamente con ayuda de un palillito de madera. Si quedara algún pequeño resto de grasa de la cera, limpia la zona con un paño empapado en petróleo: además conseguirás que brille.

Electrodomésticos

Para que los electrodomésticos de tu casa duren mucho más tiempo en perfectas condiciones, ten la precaución de no trasladarlos, aunque sea rodando sobre sus ruedas, hasta que hayan pasado unas horas después de haberlos utilizado y apagado. En caliente estos aparatos son mucho más sensibles y se pueden estropear con facilidad. Espera a que se enfríen antes de llevarlos a otro lugar diferente de la casa. Es la forma ideal para que duren.

Mover sobre moqueta

Si quieres trasladar un mueble pesado sobre una moqueta, evita que ésta se estropee colocando un cartón bajo las patas. Se deslizará perfectamente.

Frigorífico en buen estado

Especialmente en verano, aunque puede ocurrir a lo largo de todo el año, tenemos la sensación de que el frigorífico no enfría lo suficiente. Si el tuyo está en buen estado y quieres que mantenga el frío, no lo llenes completamente: ésa es la razón de que se reduzca la circulación de aire frío en el interior y no enfríe tanto.

Botijos y otros recipientes de barro

Los botijos, cazuelas y cualquier otro recipiente de barro cuando son nuevos tienen cierto sabor desagradable. ¿Sabes cómo quitarlo? Antes de estrenarlos llénalos de agua y añade unas cuantas gotas de anís. Déjalo reposar. En 48 horas ese sabor habrá desaparecido por completo.

Manguera bien conservada

¿Tienes una bonita terraza, balcón o jardín con plantas y las riegas con manguera? Si es así, para conservarla, debes saber que, después de cada uso, hay que guardarla ampliamente enrollada, vacía de agua y lejos del sol directo. En invierno es preferible que la preserves cubriéndola con un plástico para evitar las heladas, que también hacen mella en la goma.

Aislante contra el frío

Los periódicos usados te pueden servir como aislante contra el frío. Por ejemplo, si tus alfombras están colocadas sobre un suelo de terrazo o baldosas (materiales que suelen ser bastante fríos), coloca varias capas entre ellas y el suelo. Además, alargarán algo más la vida de tus alfombras.

Eliminar olor de horno

La mejor manera de conseguir eliminar el olor que queda en el horno después de asar algunos alimentos consiste en meter dentro la cáscara de dos o tres naranjas y mantenerlo durante unos cuantos minutos a unos 175º. El horno perderá cualquier resto de olor que haya podido quedar.