
¿Has perdido el pequeño tornillito que aguanta la varilla de las gafas y necesitas llevarlas puestas? Un remedio de urgencia hasta que puedas pasar por la óptica consiste en introducir un imperdible pequeñito en lugar del tornillo y cerrarlo.
¿Has perdido el pequeño tornillito que aguanta la varilla de las gafas y necesitas llevarlas puestas? Un remedio de urgencia hasta que puedas pasar por la óptica consiste en introducir un imperdible pequeñito en lugar del tornillo y cerrarlo.
Para que la silicona del interior de los tubos no se seque después de haber utilizado un poco, enrosca en la boquilla un tornillo. Cuando la vuelvas a utilizar bastará con que lo desenrosques con ayuda de un destornillador.
¿Tienes algún tornillo que ha quedado un poco flojo y no encuentras la manera de asegurarlo más? Existen dos soluciones bastante sencillas: una, la más cómoda, comprar uno nuevo; otra, la más rápida, enrollar unas cuantas hebras de estropajo de aluminio alrededor de la rosca del que ya tienes.