Seguro que en más de una ocasión tus hijos te han pedido que les compres otro sacapuntas porque el que tienen ya no cumple su cometido. La cuestión es que la cuchilla se ha desgastado. Pero puedes afilarla. Actúa como si fueras a sacar punta a un lapicero, pero cúbrelo antes con un pequeño papel de lija. Haz la prueba y verás como funciona.
Sacapuntas
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