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Mimbre deteriorado

Si tus muebles de mimbre han pasado mucho tiempo en el exterior es posible que hayan adquirido un tono grisáceo. Para devolverles su color original límpialos con agua y zumo de limón o, también, con agua oxigenada muy rebajada (4 ó 5 cucharadas por litro de agua). Luego, para nutrir y proteger el mimbre, aplícale aceite de linaza o un barniz incoloro.

Arañazos en el mármol

Si tienes arañazos en el mármol, prueba a pasar papel de lija de grano muy fino empapado en agua. Si los arañazos son profundos, usa un papel más grueso hasta ir rebajando el grano. Procura ser muy cuidadoso para que no sea peor el remedio que la enfermedad, haciendo que el uso de la lija acabe dejando más señales que las que había.

Limpiar asientos de paja, caña, mimbre…

Para blanquear y limpiar este tipo de superficies, basta mezclar tres litros de agua templada con un buen chorro de zumo de limón. Humedece una esponja y pásala en el sentido de la fibra. Deja secar al aire.

Óxido en la madera

Si en un mueble de madera aparecen manchas provocadas por algún objeto de hierro oxidado, intenta eliminarlas pasando un algodón impregnado en agua oxigenada; lava después la zona tratada con agua tibia y amoníaco. Aunque es una mancha difícil de eliminar, no se resistirá a este tratamiento.

Recuperar los colores de la alfombra

Podrás recuperar los colores desvaídos de tu alfombra favorita de la siguiente manera: mójala ligeramente con agua con gas o esparce las hojas húmedas que hayas utilizado para preparar una infusión de té. Deja secar durante algún tiempo (al menos un par de horas) y después límpiala de manera habitual. El amoniaco diluido en agua también da muy buenos resultados.

Mármol que ha perdido el brillo

Si el mármol ha perdido el brillo, puedes hacer que lo recupere pasando por toda la superficie un paño empapado en gasolina. Deja que actúe toda la noche y, al día siguiente, púlelo con una gamuza seca. El brillo habrá regresado.

Conservar los paraguas nuevos

Conservar tus paraguas nuevos durante varias temporadas no tiene por qué suponer un problema. Lo que tienes que hacer es impermeabilizarlo, al menos, una vez al año. Para ello, ábrelo, rocíalo con laca para el cabello, deja que seque perfectamente en un lugar aireado, pero cubierto y… ¡ya está!

Jarrón poroso

Una forma realmente sencilla de volver a utilizar ese jarrón poroso que no puede contener agua consiste en someterlo a un baño de parafina. Una vez seco, podrás utilizarlo sin ningún problema.

Arañazo en parquet

Si acabas de ver un terrible arañazo en el parquet, puedes probar a disimularlo frotando la zona con la pulpa de un ajo hasta que la raya se haya rellenado. Deja que se seque bien, elimina los restos que sobresalgan y pasa una lija muy fina para igualar la superficie: se notará mucho menos.

Hendiduras en madera

Cuando algún mueble presente unas hendiduras ligeras en la madera, podrás repararlas colocando un trapo mojado en agua o leche caliente sobre la zona afectada, sujetándolo muy bien con ayuda de cinta adhesiva o un peso encima y dejando que actúe durante unas horas: la hendidura se recuperará.