
Si tus muebles de mimbre han pasado mucho tiempo en el exterior es posible que hayan adquirido un tono grisáceo. Para devolverles su color original límpialos con agua y zumo de limón o, también, con agua oxigenada muy rebajada (4 ó 5 cucharadas por litro de agua). Luego, para nutrir y proteger el mimbre, aplícale aceite de linaza o un barniz incoloro.