Con sal y leche puedes hacer una leche corporal realmente eficaz. Es muy sencillo: llena una taza con sal hasta 3/4 partes de su capacidad y echa leche hasta cubrirla y formar una masa espesa. Frótate el cuerpo con movimientos circulares, deja actuar unos minutos y dúchate. Notarás tu piel mucho más luminosa y suave.
Para la piel cansada de tu rostro, bate una yema de huevo junto con una cucharadita de miel y añade una cucharada de harina de avena (o en copos bien triturados en la batidora) y con la crema resultante aplícate una mascarilla. Al cabo de una hora lávate la cara y notarás cómo la piel cansada vuelve a estar tersa y muy suave.
Para tener una piel más suave echa en el agua del baño 100 ml de almidón, métete y relájate durante unos minutos. Cuando salgas notarás que tu piel está mucho más tersa y suave.
¿Quieres tener una piel de cine, fina y suave? Mezcla un yogur natural con dos plátanos bien triturados y una cucharada de miel. Aplícatelo por todo el cuerpo insistiendo con más interés en las zonas más rugosas y aclara a los diez minutos. Hazlo regularmente y proporcionará a todo tu cuerpo una suavidad y textura realmente únicas.
¿Quieres regalar un gatito? Deberás fijarte al comprarlo en que su boca esté limpia y presente un color rosáceo, que sus ojos, orejas y nariz estén limpias, su piel debe ser suave y su barriga tiene que estar limpia. Es preferible que sea atrevido y juguetón. Hará las delicias de quien lo reciba.