
¿Odias cocinar huevos fritos porque siempre acabas quemándote con las salpicaduras de aceite? Este es el truco para que no vuelva a pasar: pon el aceite en la sartén y, mientras se calienta, espolvorea un poco de maicena por encima. Podrás echar los huevos y no se producirán salpicaduras.