Siempre hay que tomar medidas de precaución cuando el horno de la cocina está encendido para que tu hijo no se queme si en un descuido tuyo se apoya en él. Y una de las más sencillas y eficaces consiste en colocar sobre su puerta un paño húmedo. Acuérdate de cambiarlo según se vaya secando o se caliente.
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Pollo jugoso

¿Quieres que el pollo que has preparado al horno quede jugoso? Sólo tienes que regarlo con un vasito de cerveza e introducirlo en el horno tres o cuatro minutos más. Verás cómo, a partir de ahora, siempre utilizas este truco.
Asados dorados

A veces resulta difícil conseguir que los asados adquieran un bonito color dorado, pero si los rocías con zumo de limón antes de introducirlos en el horno, lograrás añadir un suave sabor y que se doren a la perfección. Verás cómo, además de exquisito, su presentación será de profesional.
Gratinado quemado

¿Se ha quemado el gratinado de un plato y su presencia no es, digamos, apetitosa? Soluciónalo retirando la parte quemada, añade unas cucharadas de bechamel ( o si no tienes, puedes salir del paso con nata líquida), espolvorea por encima con queso rallado y vuelve a introducir el plato en el horno para que se vuelva a gratinar. Presta atención a retirarlo justo cuando empiece a coger color.
Limpiar el horno

Para limpiar el horno después de cocinar algún alimento sólo hay que espolvorear bicarbonato sódico sobre las paredes y el fondo cuando aún están calientes. Deja actuar durante una hora y limpia con un trapo.
Mermeladas coloridas

Conseguirás que las mermeladas caseras que tú misma preparas tengan un color más vivo si aplicas el siguiente truco: antes de agregar el azúcar a la fruta, caliéntalo unos minutos en el horno. ¡No falla!
Electrodomésticos blancos

Para que el frente de electrodomésticos como la lavadora, el frigorífico o el lavavajillas sigan igual de blancos que el primer día, repasa regularmente su superficie con una esponja humedecida en un litro de agua y una cucharada de bicarbonato; después, seca a conciencia. Se mantendrán blanquísimos.
Eliminar olor de horno
La mejor manera de conseguir eliminar el olor que queda en el horno después de asar algunos alimentos consiste en meter dentro la cáscara de dos o tres naranjas y mantenerlo durante unos cuantos minutos a unos 175º. El horno perderá cualquier resto de olor que haya podido quedar.
Patatas fritas

Si te gustan las patatas fritas, pero no las comes por no engordar, prueba a comprarlas congeladas y mételas en el horno hasta que estén doradas y crujientes. Sabrán igual, pero tendrán menos calorías.