
Los perros son animales que necesitan de una higiene constante que ellos mismos no son capaces de realizar, y por eso es preciso que cepilles su pelo cada dos o tres días para eliminar la suciedad y el pelo que se va desprendiendo. También conviene limpiar la suciedad y las secreciones de los ojos con una gasa y suero fisiológico una vez al día. Como mucho, el baño del perro se debe realizar cada 15 o 20 días y con productos específicos para su raza. En el caso de los cachorros, nunca se les debe bañar hasta que hayan sido vacunados.