Si tus niños siempre dejan la ropa tirada en su habitación, decora una de las paredes con unos listones de percheros de madera que puedes pintar de un color que te guste. Seguro que se sentirán encantados y se animarán a mantener el orden.
Si has empapelado una habitación y te han quedado algunas burbujas de aire en el papel, espera que esté completamente pegado y tensado, haz un corte en cruz con un cúter en la zona de la burbuja, saca las puntas de la cruz, encólalas y vuelve a pegar presionando bien. Quedará perfectamente.
Si en la habitación de tus hijos no hay mucho espacio, una buena solución es comprarles camas con canapé abatible. En su interior podrás colocar mantas, edredones, etc. Invertirás algo más de dinero pero el resultado compensará en mucho a la inversión.
¿Te has cansado del cabecero de la cama? Si quieres darle un toque diferente a tu habitación y el tipo de cabecero lo permite, recurre a un papel pintado que sea de tu gusto. Costará poco dinero pero conseguirás una habitación diferente. Evita, eso sí, que sea demasiado fino para que no forme antiestéticas burbujas. ¡Verás qué cambio!
Si has pensado en pintar las paredes de tu salón o habitaciones en tonos azules (que se asocia con la tranquilidad y la armonía), atrévete a combinarlos con complementos en rojo, marrón, negro, amarillo o morado. Verás que realmente funciona.