
Si crees que el rotulador de tu hijo se ha acabado, destápalo y echa unas gotitas de agua. Podrás repetirlo muchas veces más. No utilices alcohol o colonia porque se resecaría demasiado.
Si crees que el rotulador de tu hijo se ha acabado, destápalo y echa unas gotitas de agua. Podrás repetirlo muchas veces más. No utilices alcohol o colonia porque se resecaría demasiado.
No es nada extraño que después de una excursión al campo volvamos a casa con alguna mancha de resina. La mejor forma de que desaparezca al momento, tanto de la piel como de la ropa, es frotarla con un poco de alcohol. Si no tienes, puedes utilizar colonia. Pero, eso sí, en los tejidos comprueba antes que el alcohol no se come el color de la prenda.
¿Te ha caído alguna gota de lejía en tu blusa preferida? ¡Vaya desastre! Pero, si te das prisa, el problema no será tal, pues tiene solución siempre, claro está, que lo hagas de inmediato. Echa un chorrito de colonia sobre la mancha. Si actúas rápidamente, no se comerá para nada el color.
Las perlas naturales son muy porosas y pueden estropearse si entran en contacto con la colonia o el sudor. De vez en cuando dales un baño de agua con un poco de detergente neutro, sécalas con un paño suave y ponlas al sol unos minutos. Luego envuélvelas en papel de seda y guárdalas en un sitio distinto al que pongas el resto de tus joyas.