
Las piezas de carey límpialas simplemente con una cucharada sopera de bicarbonato y otra de amoníaco disueltas en agua tibia. Frota con la mezcla, seca y saca brillo con un paño seco de algodón.
Las piezas de carey límpialas simplemente con una cucharada sopera de bicarbonato y otra de amoníaco disueltas en agua tibia. Frota con la mezcla, seca y saca brillo con un paño seco de algodón.
¿Tienes joyas con algún detalle de carey o coral? La mejor forma de conservarlas limpias y en buen estado es introducirlas en agua con un poco de sal marina: el mar es su entorno natural y recuperarán así sus tonos naturales y su esplendor de antaño.