
Si tus hijos guardan sus juguetes en un baúl, seguro que alguna vez les ha ocurrido que se han pillado los dedos al intentar cerrarlo. Toma precauciones para que no vuelva a pasar: corta un tapón de corcho por la mitad y pega cada uno de los trozos en los ángulos anteriores de la tapa. No olvides dejar suficiente espacio para que los dedos del niño no se queden atrapados.