
Las piezas de carey límpialas simplemente con una cucharada sopera de bicarbonato y otra de amoníaco disueltas en agua tibia. Frota con la mezcla, seca y saca brillo con un paño seco de algodón.
Las piezas de carey límpialas simplemente con una cucharada sopera de bicarbonato y otra de amoníaco disueltas en agua tibia. Frota con la mezcla, seca y saca brillo con un paño seco de algodón.
Si tienes la piel mixta, prueba una vez por semana a purificar tu piel aplicando la siguiente mascarilla, después de realizar una exfoliación suave. Licúa un tomate y añade un chorrito de zumo de limón y unas gotas de aceite de almendras, mezclando todo muy bien. Aplica la mezcla evitando la zona de contorno de ojos y de la boca y deja que actúe durante 15 minutos (seguramente, se secará). Después, elimina con agua tibia.
Un excelente truco de belleza que ayuda a eliminar las callosidades que se forman en los pies consiste en introducirlos en un recipiente en el que se mezclará agua tibia hasta cubrirlos y un vaso de almidón de maíz en polvo. Mantén los pies sumergidos durante 5 minutos, acláralos y sécalos muy bien. Lograrás mantener a raya las callosidades y durezas si, cada día después de la ducha, aplicas una buena crema específica para hidratar los pies.
Para que los poros dilatados de la piel de tu rostro se contraigan y reduzcan, utiliza una vez por semana esta mascarilla: mezcla una yema de huevo fresca, una cucharada de aceite de oliva y un sobrecito de levadura para repostería. Extiende la mezcla por la piel del rostro y deja que actúe durante 15 minutos. Para retirarla, hazlo con una esponjita suave y agua tibia.