En otoño e invierno, la mayoría de las plantas inician una especie de letargo. Es preferible pecar de regarlas poco que hacerlo en exceso. Asegúrate que la tierra de tus plantas está bien seca antes de proceder a regarlas otra vez. Recuerda el consejo del jardinero: es preferible que las plantas pasen sed a que beban demasiado.