
¿Tienes el cabello graso? Añade al agua del último aclarado el zumo de medio limón. Se mantendrá limpio durante mucho más tiempo.
¿Tienes el cabello graso? Añade al agua del último aclarado el zumo de medio limón. Se mantendrá limpio durante mucho más tiempo.
Si tu problema es la caída del cabello, intenta una solución que te parecerá mágica: hierve 200 gramos de ortigas en 50 cl de vinagre durante cinco minutos, deja enfriar y luego fricciónate el cuero cabelludo al menos una vez al día durante dos semanas.
El sol siempre hace estragos en nuestro cabello. Para protegerlo, antes de ir a la playa humedécelo con agua y luego ponte una crema suavizante desde la mitad del pelo hacia las puntas; péinate a fondo y hazte una coleta. Cuando vuelvas a casa lávalo como tengas costumbre.
Cuando quieras que tu pelo crezca rápidamente y, además, esté muy sano y brillante, no tienes más que darte el último aclarado después de cada lavado con agua en la que hayas hervido un puñado de ortigas blancas (en herboristerías). Cuando hagas el preparado, no lo conserves más de tres o cuatro días.
Si tu pelo castaño ha perdido su brillo natural y quieres devolvérselo prepara una infusión con 50 gramos de hojas de nogal por cada litro de agua. Mientras se enfría, lávate el pelo y luego acláratelo con la infusión preparada que ya estará templada. Cuando se seque, el cabello estará precioso porque habrá adquirido un tono realmente brillante.
Si tus niños siempre dejan la ropa tirada en su habitación, decora una de las paredes con unos listones de percheros de madera que puedes pintar de un color que te guste. Seguro que se sentirán encantados y se animarán a mantener el orden.
Si alguna pared de tu hogar tiene demasiadas hendiduras o salientes que se ven demasiado, puedes recurrir a instalar encima unos paneles lisos de escayola o de madera de aglomerado. Las paredes quedarán listas para que las puedas pintar y, de este modo, conseguirás que queden prácticamente sin rugosidades.
¿Los techos de tu casa son bajos? Puedes hacer que ópticamente parezcan más altos pintando las paredes y el techo del mismo color claro (blanco, amarillo o beige muy suaves) y colocando unas cortinas en los mismos tonos pero con rayas verticales de suelo a techo.
¿No sabes por qué estampado decidirte? Pues piensa si quieres que tengan mucho protagonismo en la decoración final de la estancia o sólo deseas que enmarquen las ventanas pasando desapercibidas. Cuanto más contraste tengan y más grande sea el estampado, mayor protagonismo tendrán en el resultado final. Las de colores lisos y claros pasan más desapercibidas.
Los tonos arena y toda la gama de los beige son colores cálidos y confortables, ideales para todo tipo de estancias en el hogar si lo que buscas es un ambiente sereno y acogedor. Utilízalos en la zona que prefieras y en toda la casa.