
¿El queso que ibas a servir presenta un aspecto reseco y poco apetecible? Para devolverle su buen aspecto: introduce el trozo de queso (eliminando una fina loncha de cada lado) en un recipiente lleno de leche tibia. En pocos minutos, verás cómo el queso recupera su frescura y queda otra vez tierno y delicioso.