
¿Quieres hacer una tortilla de patata, pero justo en el momento de prepararla te das cuenta de que te has quedado sin huevos? No te preocupes, saldrás del paso fácilmente. En lugar de freír las patatas, cuécelas y aplástalas con un tenedor. Añade un poco de leche hasta conseguir una pasta y echa sal al gusto. Luego solo tendrás que ponerlo en la sartén y freírlo con muy poco aceite. Tendrás una tortilla tan rica como la de siempre.