
No hay nada mejor que frotar con amoníaco diluido en agua fría. Eso sí, haz una prueba primero en una zona donde puedas observar si este producto come el color de la tela.
No hay nada mejor que frotar con amoníaco diluido en agua fría. Eso sí, haz una prueba primero en una zona donde puedas observar si este producto come el color de la tela.