Las cintas son muy resistentes, ya que aguantan bien casi toda clase de incomodidades (poca luz, poco riego, abandono…). Pero la mejor forma de tener esta planta siempre bonita es colocándola cerca de una ventana, pero sin que le dé directamente el sol. Poca agua será de agradecer y, cada dos meses una buena ducha para limpiar sus hojas. Con sólo estos cuidados conseguirás tenerla siempre bien verde.
Cintas
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