
Con el tiempo suele ocurrir que esas preciosas joyas que tenemos en casa pierden el brillo que tenían cuando las compramos. Aquí tienes una solución muy sencilla para que lo recuperen: solo tienes que frotarlas con pasta de dientes.
Con el tiempo suele ocurrir que esas preciosas joyas que tenemos en casa pierden el brillo que tenían cuando las compramos. Aquí tienes una solución muy sencilla para que lo recuperen: solo tienes que frotarlas con pasta de dientes.