
No resulta fácil pero hay un truco perfecto para reducir esa dificultad y consiste en empapar la punta de la broca que se va a utilizar en un poco de aguarrás.
No resulta fácil pero hay un truco perfecto para reducir esa dificultad y consiste en empapar la punta de la broca que se va a utilizar en un poco de aguarrás.