
Si quieres evitar la caída de tu cabello no te llevará mucho tiempo y, además, le proporcionarás un brillo y una soltura realmente increíbles. Sólo tienes que hervir un puñado de ortigas en un poco de agua con romero. Después, echa una cucharada de miel y muévelo muy bien. Añade un poquito de agua de rosas y agítalo. Luego, sólo has de aplicártelo en el cabello dando un suave masaje y dejarlo actuar unos minutos. Notarás una gran diferencia.